El amor por internet o el cyber amor es un fenómeno algo extraño porque es difícil pensar que alguien pueda enamorarse de unas frases que ve en su monitor ya que todo lo demás es una incógnita.
No se sabe realmente quien está del otro lado, si es soltero o casado, si tiene la edad que dice e incluso las fotografías pueden haber sido retocadas para borrar defectos, parecer más joven o directamente corresponder a otra persona.
Tal vez ese misterio es lo que hace atractivo al amor por internet, de esta forma han surgido relaciones entre dos personas que vivían a miles de quilómetros y hoy se encuentran felizmente casados, pero también ha habido grandes desiluciones, estafas y hasta tragedias que alguna vez vimos en los noticieros e la televisión.
Pero la pregunta es porqué se busca el amor en internet y no entre las personas reales, que es lo que lleva a enamorarse de lo que dice una persona entregando el corazón sin saber a quien.
Será tal vez por falta de tiempo, por soledad, por timidez para relacionarse personalmente, por necesitar estar en pareja aunque sea en forma virtual, por experimentar el amor aunque no hayan besos y caricias, por tener una ilusión tipo cuentos de hadas?
Digamos que es entendible en el caso de los adolescentes pero a medida que aumenta la edad de quienes tratan de buscar pareja en internet resulta más complicado entender su motivación porque a medida que pasa el tiempo y debido a las malas experiencias las personas se vuelven más desconfiadas.
Esto es lo que resulta extraño, se desconfía de todo lo conocido, se sienten celos de una pareja real pero se cree ciegamente en las palabras que salen de un teclado, sin saber siquiera si la otra persona no está diciendo lo mismo a mucha más gente en ese mismo momento.
Tal vez el amor por internet se basa en que al no ver quien está del otro lado se le pueden adjudicar todos los atributos del hombre o la mujer ideal, una parte proviene de las lindas frases que dice la persona y el resto se complementa con la imaginación de quien las recibe, resultando un ser totalmente idealizado que muchas veces puede corresponderse con la realidad y en otras ser totalmente lo opuesto a lo que se creyó.
Seguirá habiendo amores por internet para rato, de todos modos ver caras no significa ver corazones, conocer personalmente a alguien no significa que realmente sabemos quien es, por lo tanto enamorarse de alguien real no garantiza que no habrá desiluciones.